martes, 10 de marzo de 2009

Introducción

El reino había caído en la corrupción. La que alguna vez fue una ciudad modelo, lo que fue un reino ejemplar, se convertía cada día en una tierra sombría donde los intereses personales eran lo más importante y las ansias de poder consumían a casi todos. 

Ekrom había perdido toda su belleza y parte de su magia. Los caminos que conectaban las diferentes ciudades del reino eran ahora inseguros. Los comerciantes eran asaltados y despojados de sus mercaderías. Las relaciones diplomáticas con otros reinos se hacían más débiles conforme pasaban los días. Las cartas diplomáticas no llegaban a sus destinos o simplemente nunca eran enviadas. Fue así como se perdieron las viejas alianzas con los reinos de Olry y Tashara.

Las puertas de Ekrom habían cumplido su tiempo útil muchos años atrás. Las guerras habían dejado su huella a lo largo de toda la muralla que rodeaba la ciudad. La barrera mágica, que alguna vez la protegió, no era siquiera recordada por los ciudadanos, solo algunos viejos magos recordaban que algún día existió y lo que sucedió el día de su destrucción.

En las calles ya no se sentía la alegría de quienes vivian por el bien; todo lo contrario, se percibía un odio reprimido contra todos. Nadie recuerda cuando empezó a cambiar todo; sin embargo, recuerdan que junto con ese odio llegó la desconfianza hacia los extranjeros, llegaron los espías y llegaron los magos asesinos.

A lo largo de los jardines –que habían perdido su color- que se dirigen al Castillo de Kendor deambulaban cientos de personas; cada una con una queja o petición esperando ser oída. En el Castillo de Kendor habitaba el último de los Cuatro Antiguos; quien, según las profecías, llevaría a Ekrom a la gloria y la haría desaparecer tal como apareció. Sin embargo Zeridian creía firmemente que el oráculo había cometido un error con tal profecía. El siempre supo, dentro de si, que llevaría a Ekrom a la ruina.

Dentro del Castillo de Kendor, en el Salón de la Sabiduría, Zeridian se reunía con su nuevo, y quizás último, pupilo: Astar. Este viejo salón fue uno de los primeros en ser construidos dentro del Castillo Kendor. En el se contenía toda la historia de Ekrom y gran parte de la historia de Terra. Era este un salón de estudios para los nuevos magos.

-Entonces maestro, no hay forma de salvar a Ekrom- pregunto Astar-. No existe una forma de hacer que el reino sea lo que alguna vez fue?
-Para lograr eso- respondió Zeridian-, primero tendrías que conocer los inicios de Ekrom.
-Como se fundo Ekrom maestro?
-Ekrom no fue fundada- respondió Zeridian mientras revisaba un viejo libro de un estante-. Ekrom dejó ser descubierta. Toma asiento- y diciendo esto hizo un gesto para que Astar se sentara junto a él- puede que esta sea una larga historia.

4 comentarios:

  1. Ekrom?
    me hace recordar una pela....como alguna vez dije....tienes mucha imaginación....lo que esta bien no?

    beso.......

    Ale

    ResponderEliminar
  2. joder ya podias aver escrito un poco mas no ganzo''????

    ala a escribir que para eso te pago


    .kv

    ResponderEliminar
  3. Fantastico como siempre... me gustaria saber que has hecho conmigo para que solo quedes tu (espero que fuera una muerte con honor :))

    ResponderEliminar
  4. Paco paco... ya veras. Realmente tiene toda pinta de ser una historia super larga. Recuerdas cuando te fuiste? Si mal no recuerdo (y si busco bien) en algun lugar tengo la historia de tu partida. La historia de avahor la tengo gudarda y pues la de kripper tendre q inventarla o mejorarla jajaja. Ya veras como va todo.

    ResponderEliminar